Equilibrio ácido-básico 

El equilibrio ácido-básico en el organismo

Inicialmente conviene explicar lo que significa acidez y alcalinidad.

Estos dos términos responden a la forma de clasificar la reacción de cualquier elemento. El grado de acidez o alcalinidad se mide a través de una escala llamada de pH (potencial de hidrógeno) que va de O (extremo ácido) a 14 (extremo alcalino), ubicándose en el centro (7) el valor neutro. O sea que entre O y 7 tenemos los valores de acidez y de 7 a 14 los de alcalinidad.

Veamos a grandes rasgos cómo funciona el mecanismo de acidez y alcalinidad en el organismo. 

Los 60 trillones de células que componen nuestro organismo, necesitan alimentarse, eliminar residuos y renovarse constantemente. En este sentido, la sangre cumple dos funciones vitales: llevar a todas las células los materiales nutritivos que necesitan y retirar de ellas los residuos tóxicos y ácidos que se producen como resultado de la transformación de dichos nutrientes (metabolismo). Merced al proceso de respiración celular, las células reciben parte del oxígeno que necesitan para sus procesos vitales.

A nivel celular se produce una especie de combustión interna, ya que se libera calor  corporal. Los residuos que se originan en este proceso de combustión, son de naturaleza ácida y deben ser evacuados del organismo a través de las vías naturales de eliminación (riñones, intestino, piel y pulmones).

Para cumplir adecuadamente esta tarea la sangre debe mantener un ligero nivel de alcalinidad. 

En una persona sana el pH de la sangre (la linfa, el líquido cefaloraquídeo, etc.) se ubica entre 7,40 y 7,45. Cuando se incrementa el nivel de acidez, debido a ciertos mecanismos de autorregulación, la sangre logra conservar este vital equilibrio. Lo hace a través del aporte de bases (álcalis) que neutralizan los ácidos. Por ello, para obtener un sano metabolismo celular, es preciso que junto al oxígeno, la sangre tenga un constante flujo de sustancias de naturaleza alcalina, a fin de poder neutralizar los ácidos.

En primera instancia la sangre obtiene estas bases de los alimentos. En caso de ulterior necesidad -sea por exceso de ácidos o por carencias nutricionales de bases- puede recurrir a la reserva alcalina de huesos, dientes, tejidos. De este modo la sangre se convierte en un “ladrón” de la estructura orgánica, con el solo objetivo de restablecer el vital equilibrio ácido-básico. Así se pone en marcha el mecanismo de descalcificación y desmineralización. Estos mecanismos nos llevan al desgaste de huesos, degeneración de las articulaciones, cabello débil, lesiones en mucosas, afecciones en vías respiratorias.

 De esto se desprende que debemos ser cuidadosos en el aporte de alcalinizantes que realizamos a nuestro cuerpo a través de los alimentos que ingerimos, tratando de evitar alimentos y situaciones acidificantes. Un tiempo prolongado con el cuerpo acídico es lo mismo que la corrosión, este corroería los tejidos, venas y arterias. Cuando el pH se vuelve acídico hay deficiencia de oxigeno, esto provoca que se creen microformas anaeróbicas dañinas, las formaciones de gérmenes, hongos y virus.

Otros Factores Importantes que debemos conocer sobre la Acidosis

•  Los alimentos que consumimos se transforman en desechos acídicos y la importancia de expulsarlos a su debido tiempo es sumamente importante.

•  La sangre acídica se coagula más rápidamente y provoca que se obstruyan las venas.

•  La sobre-acidez interfiere con la vida misma, es principalmente la responsable de todas las enfermedades, incluyendo ataques cardiacos, envejecimiento prematuro y la obesidad.

•  Nuestros 75 trillones de células son levemente acidas pero están rodeadas de un fluido alcalino. La polaridad es esencial en la química o para el intercambio de energía pero esta se dificulta con la acidez. Esta es una de las razones por que las personas pierden su energía.

•  El pH acídicos interfiere con la absorción de minerales por lo que la absorción del calcio será ineficiente.

•  El exceso de acidez debilita todos nuestros sistemas y obliga al cuerpo a obtener los minerales no recibidos de los órganos vitales y huesos tratando de neutralizar la acidez.

•  El cuerpo crea el colesterol (depósitos de grasas) para proteger la acumulación del mortiferos desechos acidos critalizados fuera de los organos vitales como el higado, corazón y riñones. La obesidad es un problema de sistemas acidicos, ya que en estos casos, la grasa salva nuestra vida. Explica el Dr. Robert Young.

•  El agua ordinaria o destilada es neutral (pH 7), las bebidas azucaradas como las colas son acidicas (pH 2.5).

SÍNTOMAS DEL EXCESO DE ACIDEZ:

1-ESTADO PSÍQUICO: Tristeza, hiper-emotividad, tendencia a la depresión, nerviosismo, irritabilidad.

2-CABEZA: Dolores de cabeza, conjuntivitis, palidez.

3-BOCA: Saliva ácida, encías inflamadas y sensibles, alta irritación de las amígdalas y faringitis que conduce infecciones repetitivas de las mucosas.

4-DIENTES: Caries y dientes agrietados o frágiles. Sensibilidad de los dientes al contacto con alimentos fríos, calientes o ácidos.

5-ESTÓMAGO: Acidez estomacal, eructos ácidos, espasmos, dolores estomacales, gastritis y hasta úlceras.

6-INTESTINOS: Ardor en el recto, predisposición a las inflamaciones intestinales y decoloramiento de las haces por agotamiento.

7-RIÑONES-VESÍCULA: Orina ácida, irritación y ardor en la vejiga y uretra. Cálculos renales y de la vejiga .

8-VÍAS RESPIRATORIAS: Sensibilidad de las vías respiratorias al frío, frecuentes resfriados, bronquitis, sinusitis, anginas, hipertrofia de las amígdalas, tendencia a las alergias, tos y garganta áspera por irritación de ésta.

9-PIEL: Sudor ácido, piel seca e irritaciones. Grietas entre los dedos y alrededor de las uñas, micosis, granos, eczemas diversos.

10-UÑAS: Las uñas se adelgazan, se parten y se quiebran con facilidad. Estrías y manchas blancas.

11-MÚSCULOS: Calambres y espasmos, tendencia a la tetania, al lumbago y tortícolis.

12-SISTEMA ÓSEO Y ARTICULAR: Desmineralización de los huesos: osteoporosis, osteomalacia y raquitismo. Fracturas y lentitud en su consolidación. Crujido de las articulaciones, bloqueo de las vértebras, reumatismo, artrosis, artritis, ciáticas y hernia discal. Dolores articulares migratorios.

13-SISTEMA CIRCULATORIO: Hipotensión, mala circulación, extrema sensibilidad al frío. Tendencia a la anemia y a las hemorragias. Sabañones.

14-GLÁNDULAS ENDOCRINAS: Agotamiento e hipofuncionamiento de las glándulas en general, excepto la tiroides, que tiene tendencia acelerarse.

15-ÓRGANOS GENITALES: Inflamación de las vías genitales por los ácidos. Se favorecen de infecciones.

16-SISTEMA NERVIOSO: Sensibilidad desmesurada al dolor en general, insomnio.

CLASIFICACIÓN DE LOS ALIMENTOS

 Veamos qué se entiende por alimentos acidificantes y alcalinizantes. Nuestros nutrientes tienen distintos grados de acidez o alcalinidad. El agua pura, que es neutra, tiene un pH 7,07. Básicamente, todas las frutas y verduras resultan alcalinizantes. Si bien la fruta tiene un pH bajo (o sea que resulta ácida), debemos evitar una confusión generalizada: no es lo mismo la reacción química de un alimento fuera que dentro del organismo. Cuando el alimento se metaboliza, puede generar una reacción totalmente distinta a su característica original. Es el caso del limón o de la miel. Ambos tienen pH ácido, pero una vez dentro del organismo provocan una reacción alcalina.

También los minerales juegan un rol importante en el comportamiento acidificante o alcalinizante de los alimentos y nos permiten hacer una elección más consciente.

•   Por lo general resultan acidificantes aquellos alimentos que poseen un alto contenido de azufre, fósforo y cloro.

•  En cambio son alcalinizantes aquellos que contienen buena dosis de: calcio, magnesio, sodio y potasio.

Es importante conocer aspectos que tienen que ver con la preparación misma de las comidas. Por ejemplo: se ha demostrado que un 40-60% de los elementos minerales y un 95% de las vitaminas y bases se pierden en el agua de cocción de las verduras. Resulta entonces que el alto contenido de bases que poseen las verduras -y que resulta tan útil para el equilibrio sanguíneo- se desvaloriza.

De allí la importancia del sistema oriental de cocer las verduras al vapor en cestas de acero o bambú, o sea sin que estén en contacto directo con el agua. También comprendemos el alto valor terapéutico de los caldos, que conservan todo el contenido alcalino de las verduras y que resultan tan equilibrantes en enfermos y convalecientes.

En general los cereales generan desechos ácidos más en el trigo y maíz y menos en cebada, quínoa. Por su parte las legumbres y semillas son ligeramente acidificantes por su contenido proteico, pero con variedades.

Los lácteos son elementos acidificantes, la leche fresca sin pasteurizar resulta algo más alcalina. Ciertas cualidades de los alimentos se pierden en el agua de cocción, de ahí la importancia de la cocción al vapor. Por eso es importante el valor nutricional de los caldos que conservan todo el contenido alcalino de las verduras y que resultan tan equilibrantes en enfermos y convalecientes.

ÁCIDOS BUENOS Y MALOS

Entre los beneficiosos se encuentran los frutales, cítrico, tartárico etc. Estos son ácidos débiles que una vez metabolizados en el organismo se combinan con minerales, sodio, calcio, potasio y dan lugar a sales minerales. En el lado opuesto están el oxálico, presente en acelgas, espinacas que disminuyen la absorción de calcio. El ácido benzoico, presente en ciruelas esta contraindicado en la gota y reumatismo. Eso no quiere decir que debamos rechazar el consumo de estos alimentos pero si debemos moderarlos si padecemos alguna de estas patologías.

Desaconsejadas son las bebidas gaseosas las cuales suelen ir acompañadas de aditivos y acidulantes. Los ácidos presentes en carnes, embutidos y lácteos, la no correcta eliminación de ácidos como el úrico dan origen a dolencias como la artritis, artrosis, reumatismo, etc. Una dieta vegetaría que excluya la carne no necesariamente es ideal si se consumen en exceso, huevos, quesos, legumbres, cereales refinados, café, té, chocolate, gaseosas, azúcar blanco.

Tabla de alimentos ácidos-alcalinos. Esta tabla está bastante bien, muy completa y extensa. Observo, tras mirar bastantes listas, que a veces no coinciden unas con las otras, así que cada cual deberá investigarlo más afondo. Pero sí que hay unos parámetros homogéneos en la mayoría de ellas.

UN EXCELENTE INDICADOR: LA ORINA

Como hemos dicho, cuando los procesos vitales del organismo se desarrollan normalmente, el nivel de la sangre es ligeramente alcalino (pH 7,40). El exceso de ácidos apenas varía este parámetro primordial del cuerpo. Pero los trastornos se reflejan en el ámbito de los tejidos y líquidos en contacto con la sangre. Dado que los ácidos en exceso son eliminados a través de los riñones y la orina, tenemos allí un modo simple y preciso de verificar qué está sucediendo en nuestro organismo.

VALORES BIOELECTRÓNICOS EN UNA PERSONA SANA

Igual que la temperatura es un factor limitante en el desarrollo de la vida y la mayoría de los seres vivos no sobreviven por debajo y por encima de una temperatura, las constantes señaladas antes nos dan idea de la idoneidad del medio interno para que se desarrolle la vida con todo su potencial, para que florezca la salud. Las tres primeras constantes se miden en la sangre, la saliva y la orina.

Este método de verificación fue descubierto por el científico húngaro Erik Rucka y desarrollado por la Dra. Catherine Kousmine, investigadora suiza: “Una persona sana y bien equilibrada, que recibe suficiente cantidad de sustancias alcalinas en su alimentación tendrá en la segunda orina de la mañana un pH ligeramente alcalino, idéntico al de la sangre. La primera orina no sirve para el control por ser naturalmente ácida, ya que el reposo nocturno sirve para que los riñones eliminen los productos ácidos de desecho”. El sistema para verificar este valor es sencillo y se basa en el simple uso de tiras de papel reactivo.

 

Art: 24/10/2010 por Guy Fawkes

Artículos de Interés:

LA ALCALINIDAD CELULAR EN EL ORIGEN Y PROGRESIÓN DEL CÁNCER – Discovery Salud – Dic. 2003

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